¿Candidiasis? Cómo prevenirla con probióticos

La Candida spp es el género de hongos unicelulares que causa la candidiasis, una infección oportunista que afecta sobre todo a las personas que tienen las defensas bajas o que han tomado antibióticos. Una de las alternativas más novedosas y naturales para tratar la candidiasis, es estimulando las defensas y recurriendo a probióticos.

Hay cándidas en muchos de nosotros y no por ello nos causan infecciones. De hecho se calcula que entre el 30 y el 45% de las personas tienen cándidas en la boca, y también es habitual encontrar este hongo en el aparato digestivo y en el tracto urogenital.

Entonces ¿por qué aparece la candidiasis?

Aunque convive con nosotros, las cándidas son muy minoritarias en comparación con los otros microorganismos que forman parte de nuestra flora normal. De hecho la propia microbiota bacteriana de nuestros intestinos, boca y tracto urogenital genera una presión suficiente como para evitar su crecimiento y que causen una infección. Además también contamos con un sistema inmune que puede intervenir y prevenir la aparición de la candidiasis. Pero puede haber situaciones en las que estos hongos pueden crecer y llegar a producir una infección, como:

  •         Si hay una bajada de defensas.
  •         Ante desequilibrios de la flora bacteriana, por ejemplo, tras un tratamiento con antibióticos.
  •         Si se está siguiendo tratamientos con corticoides o quimioterapéuticos.

Subir las defensas con vitamina C y hongos medicinales como el reishi, y regenerar nuestra flora intestinal con probióticos y prebióticos ayuda a prevenir y tratar la candidiasis.

 

Probióticos contra la candidiasis

Se ha demostrado que algunas bacterias probióticas son muy útiles para evitar la candidiasis. Es el caso de Streptococcus thermophilus y Lactobacillus plantarum, que compiten con los microorganismos patógenos impidiendo su crecimiento. En el caso de Streptococcus thermophilus produce biosurfactantes que son unas moléculas que forman una película sobre los tejidos que impiden que la cándida se pueda enganchar. Mientras que en el caso de los Lactobacillus producen sustancias antifúngicas que dificultan el crecimiento y desarrollo de las cándidas. De hecho se ha visto que estas sustancias producidas por los lactobacilos hacen que las cándidas no se organicen formando lo que se llama biofilm, una estructura que las hacer muy resistentes a los antibióticos.

Prebióticos para reforzar nuestra flora

Las fibras prebióticas nutren y son muy importantes para mantener una flora intestinal vital y saludable. Esta flora intestinal es una pieza clave para evitar infecciones intestinales como la candidiasis, la salmonelosis, etc. Por esta razón tomando prebióticos reforzamos nuestras defensas contra la cándida. Los fructooligosacaridos (FOS) son uno de los prebióticos más efectivos que podemos encontrar en verduras como el espárrago, la cebolla o los puerros, pero que también se utilizan para elaborar suplementos alimenticios.

Hay que subir las defensas

No debemos olvidarnos de nuestro sistema inmune, al fin y al cabo él es básico para defendernos y combatir infecciones, como la candidiasis. Hay muchos ingredientes naturales que nos pueden ayudar a mantenerlo activo, como la vitamina C esencial para producir glóbulos blancos y reforzar las defensas; o los hongos medicinales como el reishi que tienen un efecto inmunomodulador e inmunoestimulador.

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