Prebióticos y probióticos el secreto de un intestino sano

Prebióticos y probióticos son dos términos que están en el orden del día. Aunque las palabras se parecen son dos cosas distintas, que sin embargo trabajan para un objetivo común, conseguir que nuestro intestino esté más sano y funcione mejor.

Bacterias amigas

Probiótico es una palabra que deriva del griego y quiere decir que favorece la vida (pro-bios). De hecho, los probióticos son microorganismos activos que tomamos y son capaces de superar la barrera digestiva del estómago y llegar vivos hasta los intestinos.

Una vez en los intestinos, los probióticos ayudan a reequilibrar la flora intestinal y resultan beneficiosos para cuidar la mucosa intestinal, prevenir diarreas, reducir la intolerancia a la lactosa e incluso aliviar casos de colon irritable, inflamaciones intestinales y otros problemas intestinales.

Los efectos beneficiosos de los probióticos no solo influyen en la salud intestinal, también son muy recomendables para:

  • Tratar infecciones repetitivas del tracto urinario (cistitis), tanto en niños como en adultos
  • Prevenir infecciones vaginales tanto causadas por bacterias como por el hongo cándida
  • Estimular el sistema inmunitario
  • Ayudar a reducir los niveles de colesterol

Obviamente no todas los microorganismos son probióticos, han de ser especies beneficiosas para nuestra salud, como por ejemplo algunas especies del genero Bifidobacterium o del grupo de los fermentos lácticos como Lactobacillus acidophilus y L. rhamnosus, y que sean capaces de ser ingeridas y llegar vivas hasta nuestros intestinos.

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Alimentos o suplementos

Podemos tomar probióticos a través de la alimentación. Los lácteos fermentados, los yogures de soja frescos o el chucrut son ejemplos de alimentos fermentados que contienen microorganismos que pueden llegar vivos hasta nuestro intestino. Pero como no siempre tomamos la cantidad suficiente o con la regularidad necesaria, vale la pena tomarlos en forma de suplementos.

Los prebióticos potencian la acción de los probióticos si se toman conjuntamente, constituyendo una ayuda formidable para los intestinos

Prebióticos

Los prebióticos no son microorganismos, son un tipo de fibra soluble que encontramos en las legumbres, en hortalizas como cebollas, ajos y puerros, en algunas plantas como el Platago ovata, en cereales como la avena y en semillas como el lino o la chía.

Nuestro intestino no puede digerir los prebióticos. Aun así este tipo de fibra es importante porque promueve el crecimiento y la actividad de algunas cepas bacterianas presentes en nuestra flora intestinal, como por ejemplo los lactobacilos y bifidobacterias de las que hablábamos antes, promoviendo así un ecosistema microbiano más sano.

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