Probióticos, bacterias amigas

Durante décadas hemos visto a las bacterias como agentes patógenos que causan infecciones y enfermedades que nuestro sistema inmune tenía que combatir. Pero ahora sabemos que no todas las bacterias son iguales y que algunas no sólo no nos hacen daño, sino que pueden ayudarnos y proteger nuestra salud. En este grupo encontramos los probióticos o bacterias fermentativas, presentes en alimentos como los yogures (vegetales o lácteos), las olivas o el chucrut, y que también viven en nuestro intestino.

En el cuerpo de cada persona conviven entre 300 y 600 especies distintas de probióticos

Desde un punto de vista dietético, los probióticos pueden producir nutrientes como la vitamina K, la vitamina B12 y el ácido fólico, que se absorben y son aprovechados por nuestro organismo. Pueden participar en la depuración y eliminación de toxinas que lleguen hasta el intestino. Fermentan fibras dietéticas y con ellas producen ácidos grasos de cadena corta que nutren y estimulan la renovación y crecimiento de nuestras células intestinales. Contribuyen a bajar los niveles de colesterol, mejoran el tránsito intestinal y previenen el estreñimiento. Incluso estimulan nuestra respuesta inmune para ayudar a prevenir infecciones.

En el cuerpo de cada persona conviven entre 300 y 600 especies distintas de probióticos, así que descubrir cómo nos ayudan cada una de ellas es un tema que aún dará mucho trabajo a los investigadores. Por el momento ya sabemos cómo nos ayudan algunas de ellas a nivel digestivo. Aquí os lo explicamos:

Bifidobacterium longum

Reduce la inflamación intestinal y ayuda a prevenir el cáncer de colon.

Lactobacillus reuteri 

Ayuda a prevenir las infecciones intestinales víricas y acorta la duración de las gastroenteritis. Dentro de esta especie de bacterias encontramos una variante llamada L. reuteri pylopass que, además, ha mostrado ser útil para reducir la presencia de Helicobacter pylori en el estómago, un microorganismo relacionado con el desarrollo de úlcera gástrica y cáncer estomacal.

Lactobacillus acidophilus 

Mejora los casos de intolerancia a la lactosa, ayuda a prevenir el cáncer de colon, reduce los niveles de colesterol en la sangre y previene las infecciones, urogenitales.

Lactobacillus plantarum

Alivia los síntomas de la inflamación intestinal.

Lactobacillus rhamnosus 

Ayuda a disminuir la incidencia de diarreas y el riesgo de desarrollar problemas inflamatorios intestinales, previene y reduce enfermedades atópicas, inhibe la generación de sustancias carcinogénicas y normaliza la permeabilidad intestinal, reduce el riesgo de infecciones respiratorias y dentales.

Streptococcus termophilus 

Disminuye la incidencia de diarreas víricas infantiles y del viajero y mejora los casos de inflamación intestinal.

Para que estas bacterias resulten beneficiosas, deben llegar vivas hasta el intestino y superar el ataque ácido del estómago, lo que se puede conseguir con suplementos formulados con cepas o bacterias bioactivas, más resistentes a este tipo de ataques. También puede ayudar el combinar estos probióticos con fibras prebióticas que actúan como nutrientes de estos microorganismos. A esta combinación de prebióticos con bacterias probióticas se les llama simbióticos.